Piloto de Mirage en el Bautismo de Fuego de la Fuerza Aérea visitó Las Higueras
El Brigadier Mayor VGM Norberto Dimeglio, disertó sobre su participación en el Bautismo de Fuego de la Fuerza Aérea Argentina La charla se concretó en el casino de oficiales del Área de Material, donde estuvo presente el comodoro Juan Perot y el Intendente de Las Higueras, Alberto Escudero, además de miembros de la fuerza que colmaron el auditorio.

El Brigadier expuso sobre su experiencia en la guerra de Malvinas, especialmente el ataque a los buques ingleses que estaban bombardeando a las fuerzas argentinas que se encontraban en Puerto Argentino.
Dimeglio encabezó el ataque en que tres aviones Mirage repelieron el ataque de los buque ingleses, flota que se retiró con graves averías de lugar, siendo que desde ese día los británicos nunca volvieron a atacar Puerto Argentino de día.

Luego de finalizada la disertación el Área de Material, en manos del comodoro Juan Perot y el Intendente Alberto Escudero, de la Municipalidad de Las Higueras, hicieron entrega de presentes al Brigadier Dimeglio.

A minutos de haber finalizado la disertación del Brigadiera Dimeglio, Contactos Las Higueras logró una entrevista en la que habló sobre el significado de la participación en el Bautismo de Fuego de la Fuerza Aérea Argentina.

El inicio de la guerra de Malvinas
“El 2 de abril de 1982 ya con el grado de Capitán, 32 años, y siendo instructor con más de 500 horas de vuelo en el avión Dagger, nos enteramos de la Recuperación de Nuestras Islas Malvinas al llegar a la Brigada. No teníamos la menor idea de lo que ocurría, dado que toda la planificación de la Operación Rosario fue secreta y conocida sólo por los elementos participantes.
La sorpresa fue total, dudas, inquietudes y la pregunta: ¿…y ahora, que pasará?”, afirmó Dimeglio. Asimismo, remarcó que “de inmediato nos pusimos a buscar información relacionada con el material de guerra que tenía Gran Bretaña, buques, aviones, helicópteros, radares, armamento, etc.…. La actividad fue febril y breve ya que el 6 de abril desplegamos con seis aviones Dagger a la Base Aérea Militar (BAM) Comodoro Rivadavia, que a la vez era sede del Comando de la Fuerza Aérea Sur (organización para la conducción de las operaciones de guerra); base del centro de Transporte Aéreo en la Patagonia y asiento de aviones Mirage III-E interceptores para la defensa del sector patagónico”. Bautismo por el primer vuelo sólo en Mentor T-34, el 28 mayo 1972. 1er.Ten Rojo Arauz Instructor y Alférez Dimeglio Foto: Norberto Dimeglio “La estadía en esta unidad sirvió para que realizara, acompañando a mi Jefe de Escuadrón el Mayor Sapolski, el vuelo más largo en la historia del Dagger en Argentina, uniendo Comodoro Rivadavia con Puerto Argentino, en la Isla Soledad, breve sobrevuelo y regreso a Comodoro.

Una operación de 2:43 horas recorriendo más de 1.945 km. de los cuales unos 10 minutos son sobre tierra firme, el resto, sobre nuestro mar Argentino. Recordemos que el Dagger, concebido para operar en Francia o Israel, no tiene capacidad de reabastecerse de combustible en vuelo, ello fue una muy importante limitación durante el conflicto, por la gran distancia en que se encuentran las Islas, en particular, Puerto Argentino del continente”, afirmó. Y agregó: “A raíz de ese vuelo, el Comando decidió desplegarnos a la BAM San Julián, a unos 760 km. de Puerto Argentino, donde ya estaban basados los Douglas A4-C Skyhawk y entre sus pilotos el joven Daniel Paredi, vecino de Pirán.

Con ellos compartimos muchas horas de espera, las primeras misiones de combate real y las alegrías y frustraciones que trae el desarrollo de un conflicto armado”. Fue uno de los primeros argentinos en combatir desde el aire “Tuve la oportunidad de realizar el primer ataque a los tres buques británicos, que luego del mediodía del 1 de mayo y con un intenso cañoneo a Puerto Argentino buscaban su rendición. De esta manera contribuimos al inicio del Bautismo de Fuego de nuestra Fuerza Aérea Argentina.
Esto sucedió, cuando despegué de la BAM San Julián con tres Dagger, con mis numerales el, Teniente Gustavo Aguirre Faget y el Primer Teniente César Román, teniendo como objetivo: atacar a los nuevamente invasores británicos. Nuestro armamento era el disponible; no tenía la Fuerza Aérea responsabilidad operacional sobre el mar; no estábamos preparados para sobrevolar tantas millas en aviones con un solo motor; atacar buques en alta mar; detectar los radares de los buques y aviones enemigos, pero en nuestras Islas Malvinas, ya muchos argentinos esperaban que alguien los ayudara silenciando y alejando a los agresores. Por ello, es que fuimos una y otra vez, hasta el mismo 13 de junio, fecha en que hice mi última misión de combate junto, una vez más, a Román, regresando al continente con la fortuna de no haber perdido a ninguno de mis pilotos”, explicó el ex combatiente.

Ese domingo 1 de mayo, la Fuerza Aérea Argentina realizó muchas salidas de combate contra los británicos, “sufrimos la pérdida de compañeros y amigos en aviones Canberra y Mirage”, expresó Dimeglio y enfatizó: “Nuestro vuelo culminó con éxito, dado que atacamos en forma individual a los tres buques que cañoneaban a nuestra gente, con munición de los cañones de 30 mm. y lanzando cada uno, dos bombas de 250 kg., frenadas por paracaídas y con espoletas retardadas, logramos sobrevolarlos y regresar a San Julián, sin mayores problemas”.